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7 miedos (estéticos) de los hombres 
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Hoy, en la víspera de la Gran Fiesta del Horror y los miedos Jalogüin, nos sinceramos y compartimos esos temores estéticos que cualquier hombre tiene en la cabeza. Monstruos que nos atormentan en cada esquina y nos ponen a temblar las piernas, la patata y el pitito.

HALLOWEEN VA DE MIEDOS 

¿De qué va Halloween?  

Pues de mieditos.

No es solo una fiesta plagada de diversión y golferío.

 

No todo son calabazas decoradas, disfraces cachondos/sepsis, caramelitos (infantiles o… no) y el ritual del truco/trato recorriendo el vecindario (física o digitalmente con un tinderazo bien caída la noche). Debajo de todo ese azúcar (negro) y disfraces de zombis hay una auténtica declaración de principios: por una noche, nos reímos en la cara de todo lo que nos aterra.

 

Y por eso hoy nos parece una fecha maravillosa para listar los miedos más estéticos que nos atraviesan como hombres y compartir en alto aquello que nos aterra en silencio.

Un auténtico ejercicio de investigación, periodismo y recopilación de encuestas del Reddit, de twitter y de las que nos hemos inventado. A ver cuántos de la siguiente lista compartes: 

TOP 7 DE MIEDOS MÁS ESTÉTICOS DE LOS HOMBRES

1. A QUEDARTE CALVO 

Cuando nos pasamos la mano por la cabeza y nos quedamos con pelos entre los dedos, creemos que nuestro destino se parecerá más al de Juan Cuesta o al malo de Austin Powers que al de The Rock o Vin Diesel. Y es que no existe mayor pavor para todo hombre ni actividad económica que contribuya más al PIB de Turquía. Incluso soñar que te quedas calvo, es síntoma de que andas chof y un poco de bajona. 

2. BARRIGUITA QUE YA NO SE QUITA 

Fofarte. No es estrictamente engordar… que también, sino ese proceso lento por el cual tu cuerpo lozano que podía comer lo que le daba la gana empieza a desarrollar flojeces perennes en sitios estratégicos: michelín por debajo del abdomen, lorcillas que secuestran la cintura (love-hangers en el argot urbano), ante-brazo colgandero… terror poliédrico en todo su esplendor. 

3. HOMBRE LOBO 2.0

O tener las orejas peludas. También nos valen las lianas que empiezan a aflorar en las fosas nasales, el tímpano afelpado o los matojillos de pelos aislados que te empiezan a salir en zonas donde hace años no había nada. Se rumorea que el próximo documental que prepara Gloria Serra se llama: nadadores que se depilan a lo Ken; ¿moda para ganar milésimas en la piscina municipal o campaña de marketing encubierta de las franquicias No+Vello? 

4. LAS CANAS

“Las canas hacen a los hombres maduritos sexis” Estamos de acuerdo… pero el viaje… es un palo. Primero ves una delgada línea blanca entre tu melena de Sansón. Luego se multiplican. Después te sale tu primera cana… en el cuerpo…? ...en el pecho? El hito final: tu primera cana en los huevos. La melanina no engaña y es democrática… a todos se nos acaba tarde o temprano.

5. ARRUGAS 

Las patas de gallo son su puntita pero también se cuelan esas dos hendiduras en torno al bigote o el ceño permanentemente fruncido. Como sabemos, hay muchas formas de llevar y paliar estos terrores (y aceptarlos es el más sano de ellos).

6. A NO CUMPLIR

Ni empalmarse. Porque lo de ser macho empotrador ya sabemos que lo tenemos muy metido en el coco y en el sexo nos han enseñado a ser corrida-centric y empujador-focused.

El gatillazo es una de las cosas que todos entendemos como más normales en la vida (por estrés, movidas mentales, porque sí… ) pero el día que nos ocurre a nosotros mismos… rayada al canto. 

7. A NO SER VISTO... (COMO QUIERES QUE TE VEAN)

Miedo a hacer el ridículo. A romper normas no escritas. A destacar demasiado. A no destacar suficiente. A que no encajes o no encaje tu aspecto. A parecer inseguro. A sentirte inseguro…  

RIÉNDOSE EN LA CARA DEL MIEDO

Todos estos miedos… y muchos más que seguro se nos olvidan… se resumen en uno solo: miedo: a ser vulnerable. A ser ‘menos’ que por no llegar a lo que está “bien”. ‘Bien’ porque nos lo han contado, nos lo hemos comido desde nanos con cucharita y nos hemos contado que es “lo normal”.

 

Porque sí; a veces, nosotros mismos nos hemos contado la peli de terror más heavy jamás vista y nos hemos encarcelado un poquito en ella. Por eso, al menos por esta noche, también “está bien” que nos abramos a un mundo sin complejos; sin auto-complejos.

 

Y disfrazarte de payaso tétrico, y ligarte al vampiro pasado de rosca… e interpretar; exagerar y llamar la atención… abrazando tus miedos (aunque nos aterren)

 

P.D.: el post de esta semana lo patrocina nuestra cremita anti-miedos WOW-YOUNG. Que no retrasa el tiempo ni te devuelve el pelo… pero hace que puedas disfrutar un año más de halloween luciendo en las fotos igual que hace 10.
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7 miedos (estéticos) de los hombres 
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Hoy, en la víspera de la Gran Fiesta del Horror y los miedos Jalogüin, nos sinceramos y compartimos esos temores estéticos que cualquier hombre tiene en la cabeza. Monstruos que nos atormentan en cada esquina y nos ponen a temblar las piernas, la patata y el pitito.

HALLOWEEN VA DE MIEDOS 

¿De qué va Halloween?  

Pues de mieditos.

No es solo una fiesta plagada de diversión y golferío.

 

No todo son calabazas decoradas, disfraces cachondos/sepsis, caramelitos (infantiles o… no) y el ritual del truco/trato recorriendo el vecindario (física o digitalmente con un tinderazo bien caída la noche). Debajo de todo ese azúcar (negro) y disfraces de zombis hay una auténtica declaración de principios: por una noche, nos reímos en la cara de todo lo que nos aterra.

 

Y por eso hoy nos parece una fecha maravillosa para listar los miedos más estéticos que nos atraviesan como hombres y compartir en alto aquello que nos aterra en silencio.

Un auténtico ejercicio de investigación, periodismo y recopilación de encuestas del Reddit, de twitter y de las que nos hemos inventado. A ver cuántos de la siguiente lista compartes: 

TOP 7 DE MIEDOS MÁS ESTÉTICOS DE LOS HOMBRES

1. A QUEDARTE CALVO 

Cuando nos pasamos la mano por la cabeza y nos quedamos con pelos entre los dedos, creemos que nuestro destino se parecerá más al de Juan Cuesta o al malo de Austin Powers que al de The Rock o Vin Diesel. Y es que no existe mayor pavor para todo hombre ni actividad económica que contribuya más al PIB de Turquía. Incluso soñar que te quedas calvo, es síntoma de que andas chof y un poco de bajona. 

2. BARRIGUITA QUE YA NO SE QUITA 

Fofarte. No es estrictamente engordar… que también, sino ese proceso lento por el cual tu cuerpo lozano que podía comer lo que le daba la gana empieza a desarrollar flojeces perennes en sitios estratégicos: michelín por debajo del abdomen, lorcillas que secuestran la cintura (love-hangers en el argot urbano), ante-brazo colgandero… terror poliédrico en todo su esplendor. 

3. HOMBRE LOBO 2.0

O tener las orejas peludas. También nos valen las lianas que empiezan a aflorar en las fosas nasales, el tímpano afelpado o los matojillos de pelos aislados que te empiezan a salir en zonas donde hace años no había nada. Se rumorea que el próximo documental que prepara Gloria Serra se llama: nadadores que se depilan a lo Ken; ¿moda para ganar milésimas en la piscina municipal o campaña de marketing encubierta de las franquicias No+Vello? 

4. LAS CANAS

“Las canas hacen a los hombres maduritos sexis” Estamos de acuerdo… pero el viaje… es un palo. Primero ves una delgada línea blanca entre tu melena de Sansón. Luego se multiplican. Después te sale tu primera cana… en el cuerpo…? ...en el pecho? El hito final: tu primera cana en los huevos. La melanina no engaña y es democrática… a todos se nos acaba tarde o temprano.

5. ARRUGAS 

Las patas de gallo son su puntita pero también se cuelan esas dos hendiduras en torno al bigote o el ceño permanentemente fruncido. Como sabemos, hay muchas formas de llevar y paliar estos terrores (y aceptarlos es el más sano de ellos).

6. A NO CUMPLIR

Ni empalmarse. Porque lo de ser macho empotrador ya sabemos que lo tenemos muy metido en el coco y en el sexo nos han enseñado a ser corrida-centric y empujador-focused.

El gatillazo es una de las cosas que todos entendemos como más normales en la vida (por estrés, movidas mentales, porque sí… ) pero el día que nos ocurre a nosotros mismos… rayada al canto. 

7. A NO SER VISTO... (COMO QUIERES QUE TE VEAN)

Miedo a hacer el ridículo. A romper normas no escritas. A destacar demasiado. A no destacar suficiente. A que no encajes o no encaje tu aspecto. A parecer inseguro. A sentirte inseguro…  

RIÉNDOSE EN LA CARA DEL MIEDO

Todos estos miedos… y muchos más que seguro se nos olvidan… se resumen en uno solo: miedo: a ser vulnerable. A ser ‘menos’ que por no llegar a lo que está “bien”. ‘Bien’ porque nos lo han contado, nos lo hemos comido desde nanos con cucharita y nos hemos contado que es “lo normal”.

 

Porque sí; a veces, nosotros mismos nos hemos contado la peli de terror más heavy jamás vista y nos hemos encarcelado un poquito en ella. Por eso, al menos por esta noche, también “está bien” que nos abramos a un mundo sin complejos; sin auto-complejos.

 

Y disfrazarte de payaso tétrico, y ligarte al vampiro pasado de rosca… e interpretar; exagerar y llamar la atención… abrazando tus miedos (aunque nos aterren)

 

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