Septiembre aún es verano: seis planes para exprimirlo al máximo


Estamos en ese momento del año donde dos facciones irreconciliables vuelven a la batalla: ¿se puede considerar verano a septiembre? 

  • Los maximalistas del calendario dicen que la estación, no termina hasta el 21. Por lo que sí, se DEBE considerar a septiembre como “verano”. 
  • Los puristas de la playa y mojito se revelan: el regreso al colegio, a la oficina, a la actualidad. Ningún mes más traumático. Septiembre es la muerte del verano.   

Si nos preguntas a nosotros… tenemos la depre encima como los segundos…  Si no fuera porque septiembre es también un mes estupendo para estirar las escapadas y vacaciones hasta que el cuerpo, los días libres y el calor aguanten.


APROVECHA CADA FINDE

Justo en el momento en el que las playas se vacían, los hoteles tiran precios para salvar lo que queda de temporada, el calor amaina pero no demasiado y tus lugares favoritos se descolonizan… Apareces tú. 

Septiembre es el refugio del turista tímido, del que aborrece las multitudes, del oportunista de última ganga, del oficinista que disfruta de su ciudad vacía en agosto. Es el último refugio del verano.
 

  • Porque seguimos teniendo el torrente de sitios apetecibles que ofrece España una vez agosto pliega velas (septiembre en Bélgica no suena tan apetecible)
  • Porque el calor todavía aguanta (gracias por algo, calentamiento global
  • Porque con un día de vacas suelto, un viernes que salgas pronto del curro o un finde en el que madrugues, te montas escapada en condiciones   

Por todo eso, hoy te traemos seis ideas para que estires el chicle de tus vacaciones:


1. BEGUR Y LA COSTA BRAVA

Piensa en la Costa Brava en agosto. ¿Qué ves? Ni un metro cuadrado donde extender la toalla y un atasco de 45 minutos para acceder a la playa y aparcar el coche. 


Septiembre es la solución a tus problemas. Sí, la Costa Brava es todo lo que se ha escrito sobre ella y mucho más, pero mejor sin gente y si tienes un fin de semana esperándote en Begur. Sa Tuna, Sa Riera, la cala de Aiguablava,... aguas de no creerse y algunos de los mejores restaurantes de playa de España y paz. 

Si tienes tiempo y encaja, lo puedes rematar con la Fiesta de la Sal en L’Escala y sus alucinantes anchoas.


2. EL ALGARVE

Última semana de septiembre, Olhão, pueblecito marinero del Algarve. ¿Temperatura? 32ºC. 

El Algarve 🇵🇹 pide a gritos un finde para coronar las vacaciones del año. Por varios motivos: sus calas rocosas; su pescado fresco en cualquier chiringuito que encuentres; ciudades como Faro o Lagos; o sus infinitas playas atlánticas como Amado o Borteira.   

El verano termina allí, en toda su gloria.

3.  VEJER Y LA COSTA GADITANA

Cádiz tiene de to’: 
  • ¿Playas? Todas las que quieras y no sólo Bolonia: Zahora, Zahara de los Atunes, Barrosa, Conil, ... 
  • ¿Montaña? Coge el coche y date un paseo por Grazalema, el punto más húmedo de España. 
  • ¿Cultura? Nochecita en Jerez, visita a la bodega, al día siguiente degustación atunera en El Campero. ¿Pueblos blancos? Vejer (top), Arcos a tiro de piedra o Tarifa (el más juerguista).    

Cádiz tiene flow, buen rollo en el aire y la sensación de que el verano es un estado mental constante.


4. El Matarraña

El interior también ofrece refugios frescos para un fin de semana largo. El Matarraña es el mejor ejemplo. Abrigado por los Puertos de Tortosa y Beceite, es un rincón montañoso entre Aragón y la costa, plagado de pueblos chulos y pozas paradisíacas.   


Tienes pantanos que parecen mares-en-miniatura (Pena), cascadas brutales (Salto de la Portellada) y desfiladeros de aguas turquesas (El Parrizal).    

Es el “Mediterráneo”, comprimido en la montaña.

5. Desde Xàbia hasta Calpe

Impracticable entre julio y agosto, el Cabo de la Nao se despeja de humanidad en estas fechas. 

Acantilados escarpados sobre la playa de Moraig o de la Granadella; el paseo ecológico entre el Peñón de Ifalch y la playa de la Fustera; Moraira y sus calas rocosas; y el mirador del Ambolo, con la cala homónima justo debajo y siempre vacía (porque en teoría no se puede bajar pero sí se puede).   

Nada que no sepas ya. Pero en el mejor momento del año sabe mucho mejor.

6. El Alto Duero

Y de cierre, vuelta a la montaña. Tiene la sierra de Soria, muy al norte, allá donde sólo llegas porque te lo has propuesto, algunos de los rincones más flipantes de la geografía peninsular. Calas a raudales: el Duero aún baja templado y te puedes bañar o en las pozas que crea en La Caldera; y también tienes un sinfín de piscinas naturales, como las de Salduero, con ambientazo.   

¿Y que te aflora el ánimo aventurero? Puedes subir hasta las Lagunas de Neila, con un mirador hacia los Picos de Urbión y Sierra Cebollera espectacular; o subir hasta la Laguna Negra, rodeada de bosques de aire escandinavo.

En conclusión, sea cual sea tu destino, mar o montaña, mientras todavía aletee el calor y te quieras amarrar un finde más al espíritu del verano; te empujamos a que lo hagas. Maleta, no lo pienses mucho y puerta.   

 Ya te lo agradecerá tu cuerpo en octubre.

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Siwon
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